Gerardo Ferreira





bio/biblio:

Gerardo Ferreira (Uruguay, 1981) estudia Letras en la FHCE de Montevideo. Ha publicado poemas y cuentos en diarios locales y revistas (La Farola, Crima, Paréntesis, Clinamen) así como digitales (El Boulevard, 45RPM). En 2003, realizó algunas performances con el grupo V.I.C, coordinado por Luis Bravo. Obtuvo con “algarrobo” –en 2008- el primer premio de poesía en el concurso organizado por la Municipalidad San José (Uruguay) y la Fundación Pablo Neruda (Chile). En 2009 obtuvo el primer premio en poesía -2009- del V concurso para jóvenes organizado por la filial JAI DE B´NAI B´RITH Uruguay, así como también una mención honorífica por “Harén (que no es)”. A fines de 2009 presentó -en la Biblioteca Nacional- su primer libro de poesía: “Imagina el desierto”, editado en Chile (Editorial Simbiosis).



poemas:


Cesura

la muerte es el eco que te nombra
aunque no hayas gritado

el espacio restante
entre pulmón y esófago la muerte.

El tiempo es la muerte diagramada en manecillas
lluvia:
...........la presencia unísona del silencio
...........su posible figura.

No tiene plan la muerte
la muerte no tiene plan
es la llaga
que en receso disimula su ardor

-no hay muerte más corpórea que el silencio-

la presencia unísona
el espacio restante.


La muerte somos todos, no tiene plan
o es la llaga diagramada en manecillas

entre pulmón y esófago los ecos
del tiempo

-no hay silencio más corpóreo que la muerte-


La correcta hondura

Muchas sogas atan a un hombre
y nadie lo libra de ese pleito,
muchos hombres son su propia soga
ofrecen pies y manos a la suerte

porfían abrazos estos hombres
cuestionan la trenza
y es el nudo al fin de cuentas quien elige ser el molde
la correcta hondura de sus cuellos magros

hay sogas sin cabos sueltos, sogas buenas
(estas sogas van felices a sujetar las cosas:
mantienen erguidos los adornos
amarran los navíos a la costa, son buenas sogas)

hay sogas que obedecen preceptos
sogas que danzan beatas
solo responden a un ritmo, dúctiles, domesticadas
atan a un hombre y lo crían para sí, lo acuñan
lo mandan a la calle a pedir limosna
a ganarse el día de cada pan.


solo el alma sabe

subir la escalera
como yendo a ningún sitio
amortiguado en el cemento que levita
debajo de ti y de mí
subirla, como si fuese un deseo

mirar atrás y ver
las manos suaves del pasado,
mirar atrás como solo el alma sabe
como si de ello dependiese vivir
lograr cosas, prometer felicidad y debatirse
entre escalones de sueños
entre cajones de piedra

pararme descalzo en su blanco centro
respirar y seguir
caminando en la ceniza oscura
como si fuese montaña
como si yendo a ese grave sitio me purificase
cansado de la luz que rebota en el corazón de un prisma:
amar y dejarse

como si vagase el tiempo
encima de cada peldaño
como si de ello dependiese esta enfermedad de plantas:
llenarse los pies con el suelo
y contra la muerte subir
siempre subir.


Constelación

...............¿de dónde ese salto oscuro que negaba,
.................................................blanco y dormido,
..............................................el lomo del sentido?
..................................................Roberto Appratto

va el animal
sabe que todo acaba
el pasto el agua
las ganas de aparearse con todas y cada una
de las estaciones

alejándose del resto en una loma se detiene
como en un aparte
habla con la noche
busca su idéntico constelado allá
en donde hay parpadeos

el animal y la noche van
la noche y la figura del animal que se proyecta en el cielo
dibujo, anatomía, posibilidad de cuerpo:
punta de estrella en donde comienza una cabeza
el Antares de su eternidad
luego torso y luego el sexo
en brillante cinturón pélvico,

piernas guerreras de Aldebarán en posición de calma
sandalias verdes como un pastizal

la noche el animal y la figura de un hombre que se proyecta en el cielo
el hombre el animal y la noche van
acá
trilogía sin relieves, trilogía sin un juego de contrarios
el hombre el animal y la noche
acá
el hombre el animal y la noche
allá.


Espacios

Las cosas nos rodean
a tal punto que parecen invadirnos: una mesa el suelo un poema
son cosas tangibles, cosas con raíz de aire
(o espacios que uno tendría para esparcirse en verano)

las cosas procuran estar en el momento justo
son el objeto hecho palabra,
y cada cosa rejuvenece al ser nombrada:
el suelo una mesa
tienen diez años menos cada vez

en la mente un poema, único espejo
y allí el deseo de la cosa se posterga
casi para siempre,
y se vuelve a perder espacio
y uno ríe al tener que compartirlo con las cosas: círculo de sangre

cuánto demora una montaña en nacer
cuánto un río una ensenada
son cosas tangibles, cosas que se gestan en el centro del mundo
y de repente uno las ve, rebosantes, sacrosantas, pero
quién inventó a la montaña
quién es la montaña.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos poemas Gerardo, desde México un saludo, yo también poeta.
a pesar de que inicias se escucha una voz interesante, inteligente.

Ava G. dijo...

"no sentís los pies, no los tenés
se fueron corriendo un día
detrás de aquella muchacha"

sabés que siempre me gustaron esos versos, poeta.

por cierto, si naciste en 1981 ...

Flora dijo...

Esta nueva voz, lúcida y cálida, nos sorprenderá.
Eso es seguro.
"Los poemas nunca escritos..."

MeninaBurbuja dijo...

Hay palabras que explican razones, hay palabras que trasmiten motivos, y hay palabras que SON emociones.

Por lo pronto, Poéta, aprendiz de grandes y maestro de pequeños (llamese...yo-pequeña), buena mezcla entre talento y claro objetivo, con tus palabras; ---siento.

¡Éxito! y Aplauso.
mB.-

Anónimo dijo...

Seré breve:
Mucha suerte en este viaje, el insólito, el hecho a propósito y sin saberlo, donde todo es novedad.
Este viaje que involucra buscarte en tu bitácora ( y solo a vos) y llamarte por mil nombres.
Algún día beberemos de la copa de algún dios.

N.

Laura dijo...

"Muchas sogas atan a un hombre
y nadie lo libra de ese pleito,
muchos hombres son su propia soga
ofrecen pies y manos a la suerte2

Me encantaron tus poemas.

Diego de Ávila dijo...

Salut!

Mister Bottom estuvo aquí.

SIMBIOSIS dijo...

Que buena foto
Abrazos
Alfonso

Isabel Gallo dijo...

Excelente poesía. Un abrazo Gerardo.