Laura Martínez Coronel



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Paula Einöder


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Paula Einöder
Melisa Machado
Claudia Magliano


bio/biblio:

Laura Martínez Coronel es una escritora nacida en 1965 en Melo, ciudad donde vive. Poeta, docente y narradora oral, trabaja con personas de contexto social crítico, discapacitados motrices y también con talleres de rehabilitación psicosocial. Con varios premios literarios en su haber, asistencia a congresos y participación en varias antologías, publicó tres libros de poesía y uno de narrativa infantil. Co-fundadora de la Asociación de Escritores de Cerro Largo, integrante de la Casa del Poeta Latinoamericano y de la Casa del Escritor del Uruguay.

Premios:
Fundación Lolita Rubial (1976)
Premio Literario Municipal, de la Intendencia de Cerro Largo (1987)
Manini Ríos (1994)
Premio Juana de América, de la Intendencia de Cerro Largo (1996, 1998, 2001)
Serafín J. García (2001, 2003, 2005, 2006, 2007)
Homenaje a Juana de Ibarbourou, Homenaje a José Martí y Homenaje a Octavio Paz, de Editorial Pegaso, Rosario, Argentina (2003)
Durazno Corazón Cultural de los Orientales (2006)
Liga Marítima (2006)
Yo soy mujer, de Mujeres Poetas Internacional (2010)

Libros publicados:
1998 - Eclipse De Mar Y Sangre
1999 - El Tiempo De La Lluvia
2001 - En La Piel De Un Relámpago
2007 - El Sueño de Andrea.


poemas:

UN CÍRCULO DE TIEMPO


Después estará el fuego enmascarado en el frio de la ropa

Voy rumbo a la tarde con sus ciudades dormidas

llevo esos recuerdos desesperados,unos pocos aromas mientras abro

océanicos bastidores

con alma de subterráneo.

Queda poco tiempo para salir del túnel,estoy construida de rodillas que reptan

las luces provienen de la frente

con un ojo basta.

Un compositor de la paz cuida sus bemoles

espera circuncidado y absorto

lleva esas linternas azules

me muestra el mundo.

El resplandor innegable de la alegría sube lento mientras el humo de

las persianas

bajan

y toda la calle se ahoga con la soledad de los zapatos

que huyen de esos agrios rojos en el almanaque

Con una actitud razonable dispongo mi silueta en una esquina

en la puerta del hastío

no hago poemas de amor ,doy las buenas tardes al olvido

sobre mí se desploma un círculo del mundo

y este tiempo que es el único tiempo

tiene la historia encendida de los muertos en la guerra

cenizas dispersadas para el nunca luto de la eternidad

Ha pasado el mediodía y mi esqueleto con sus mucosas de amarga indiferencia

se acuesta sobre las sábanas rugientes

mientras lejos de la emperatriz los ojos cerrados por las enormes cuevas

dibujan abandono y soledad

Aún así

no estoy triste

hay mucha gente en la puerta de la cárcel con la comida helada y el

pecho apagado

hay una larga fila de pájaros inútiles

No cometeré el delito nada sencillo de desnacerme

no hay mucho que hacer en esta hora cuántica

obtengo el soplo del reloj,su mueca de tímpanos portátiles

verduga infidente

es hora de callar

Mañana en el seguro de las imposibilidades tendré un presagio.

Todos se levantarán escritos por mi mano.

En mi cuerpo a término crecerá la libertad.



EL SÚBITO RUIDO DE LA SAL


Quisiera ser la cabeza en la mano del amargo paredón no desmoronado

con todas las manchas de grafo de la historia

con sus pulmones abiertos de sangre muda

exhibiendo nidos mutilados en pétalos de odio.

Quisiera ser el niño en la canasta en el nunca rastro y sin retorno

la hoguera en los cinco dedos de las palabras

el tránsito cubierto de paralelas hondas

por donde huir con el vientre pálido y la máscara delgada impidiendo sonreír

convertirme en raudales de pájaros

ser montaña en ramilletes de globos dorados

ser el agua que dice

el frío que nace de los planetas embestidos por la luz

llenos de peces desorientados y corales ardientes.

Quisiera no verte,no descubrirte,no apoyarme sobre tus iniciales

no esperar de tus pies ni esos gestos ausentes

instalarme en tu vida como el desayuno inmóvil,poco sabroso pero nutrido de mí

contarte que soy una pradera herida que se extiende

un tentáculo de mordacidad dudosa

un archipiélago de ventanas circenses

ciertos malabaristas,algunos mimos desencantados,la trapecista ciega

caer desde la piedra ladrona de la especie

con algun garabato de verdad desmedida

y encontrarme conmigo al filo del vez en cuando

No lo haré.

Viviré entre garras,latiendo

entre animales oscuros

viviré entre tormentas sembrando naves

seré tan terrestre como la vena enferma y el verde sabor de la humedad

de mí brotarán relojes y escaleras

un depósito de enjambres favorables

el súbito ruido de la sal

amante de guardianes en guerra

la altiva indigesta falsa humildad

esos cuentos que todos nos hacemos por dentro de la muerte

construyéndonos a merced de la ilusión

que es aun mágica

solo eso

una maltrecha bizarra inmodesta desilusión.



sitio web:


http://lauramartinezcoronel.blogspot.com/


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