Radamés Buffa



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Nací en Montevideo, Uruguay. Soy Profesor de Historia, con el Título del Instituto de Profesores Artigas, de nivel universitario. Ejercí y ejerzo dicha asignatura desde 1980. Tengo diversos trabajos, conferencias y cursos sobre "Historia Precolombina y Colonial", así como sobre algunas características del S.XX, en Historia del Uruguay y en Historia Universal.

Desde joven escribí poesía y cuento. Empecé en Radio Sarandí, con un cuento que fue seleccionado para "Cuentos para Oir", en el Programa Discodromo Show, de Radio Sarandí, CX8, de Montevideo, Uruguay, dirigido por el legendario Rubén Castillo. Luego publiqué poemas y cuentos en la Revista Trova de Montevideo, uruguay, en 1980. Un cuento mío apareció en "El Excelsior" de México, también publiqué en "La Semana", suplemento del ex-Diario "El Día" de Uruguay, Montevideo. Entré en Internet y publiqué en Letralia, Tierra de Letras, Venezuela, Gente con Talento, Colombia, en Mind Fire Renewed, EEUU, en Archivos del Sur, Argentina, en Kordon, Argentina, en Axolotl, Revista Argentina, en Almiar, España, en Francopolis.net, Francia, en Literra, Proyecto Gutenberg, Rumania, Europa, en el Boletín "Brasego", Israel y en otras revistas electrónicas, en foros y en la Web. Poemas míos han sido traducidos al francés, al inglés y al rumano. Actualmente dejé la moderación que realizaba con otros compañeros en "La esquina de las letras" foro de Yahoo, en Argentina. Publiqué un libro de poesía, en Montevideo, Uruguay, con la editorial Banda Oriental, que se llama "Temblor de Tierra",en Diciembre de 2004.En Noviembre de 2005 fui publicado en la Revista "Vetas" del Colegio San Luis de Potosí, México, en la sección "Amalgamas", dedicada a mis textos.El libro "Temblor de Tierra" fue presentado nuevamente en Maldonado, Piriápolis, Uruguay, en Enero de 2006. En ese mismo año, poemas míos fueron publicados en la Hoja: "De Mano en Mano", Veracruz, México. Recientemente, en Abril de 2007, fui nuevamente publicado en la Revista Letralia, tierra de letras, Venezuela, así como reiteradamente en Archivos del Sur, Quaderns Digitals, Argentina.


poemas:


CONSTRUCCIÓN

Hacerse desde fuera
posibilita un externo
límpido, transparente,
si no hay niebla,
lluvia de paraísos,
polvo.
Hacerse en el pozo
de la tormenta,
en los círculos
de la venganza,
al fondo, al punto
del remolino.
Hacerse vivo
en la superficie,
con la llaga,
entre la piel
y la carne,
al rojo
pensamiento.
Pero hacerse eje
por dentro,
hueso único,
viaje al cogollo.
Hacerse íntimo,
vuelco, pasta,
espiral: hombre
sin sombra.



EL JARDÍN DE LA NOCHE

Las hojas de los paraísos están bordadas.
Las volutas del humo rosa existen y digo:
no hay duda, bajo el manto de la noche.
Los acertijos de las estrellas, confirman,
podría decirse, la distancia menor
entre dos puntos.
Y yo sentado en la silla
de almohadones del jardín.
Las enredaderas vuelven como
las paredes, como el aire de la ventana
del vecino, trepan la placidez
bajo el manto de la noche.
El silencio de los grillos, la sombra
de las flores, el desdén de la gramilla,
crecen.
Y yo sentado en la silla
del jardín.
La brisa del sueño de los pájaros,
el levísimo roce del polvo en el camino,
los toritos en la pequeñez de un hueco,
murmuran, bajo el manto de la noche.
Y yo sentado en la silla.
La humedad del arroyo, es decir,
de los grifos del baño, de la pileta
de la cocina, de los escapes
de la terraza, acuden,
bajo el manto de la noche.
De la noche más oscura,
de la noche más negra,
muda, podría, casi muda,
bajo el manto del jardín
y la silla de la noche.



SINCRÓNICO

La foto anochece y rebota en el vidrio.
La ciudad alumbra cuando está oscuro.
Estoy sentado y después.
Llegará la luna y la fisura
sobre un edificio.
Para apartar, para convertir
el alfanje de plata en rebelión.
Contigo la secuencia del cine.
Acontecerá, pero aún no.
El Sahara es un camello
recostado y ausente.
El Cairo duerme
entre los juncos
y el desborde.



A Marosa Di Giorgio

Hoy me saltó un conejo desde las flores del jardín, en el paraíso.
Tuve el convencimiento que las hadas no concurrirían a la reunión.
Me olvidé de los diecisiete en agosto, de la nostalgia de aquel ratón amarillo.
Estoy seguro que las amapolas volarán hasta su huerta lunar, allá, en Salto.
Me escribió cuando era pequeña, cuando las muñecas rozaban sus cabellos, cuando el marrón acurrucaba el río y los globos
de su habitación.
Estaba allí como una princesa, con el pelo suelto y sus lentes
negros, con su llama de dragón.
Hoy me invadió un dolor agudo, como al ruiseñor que dejó su pico
en el viento, como el ángel que atravesó los tomates de su huerta
con una lágrima.
Abandoné los grabados de un gato en un dedal del alma.
Hoy los conejos de ojos rojos, los príncipes y las ranas,
las hadas en el bosque, no vinieron, están tristes.
Vuelan como la muerte, pasajera.

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