mencionado por:
Alex Piperno
menciona a:
Washington Benavidez
Horacio Cavallo
Emiliano Martínez
Alex Piperno
Jorge Alfonso
bio/biblio:
Nací en 1978 en Montevideo, empecé a escribir narrativa a los trece años. Entre mis autores favoritos están Philip Dick, Pynchon, Bolaño, Borges, Burroughs y Alasdair Gray. Publiqué cuentos en revistas y fanzines de Montevideo, Buenos Aires, Necochea y Barcelona, además de en antologías colectivas y la novela 01.lineal, editada en Salamanca por Anidia Editores. He tocado la guitarra y compuesto en bandas de rock alternativo y gótico; de momento trabajo de vendedor en una librería y de profesor particular de guitarra, filosofía y literatura. Me considero más un narrador que un poeta, pero es inevitable que algun verso que otro logre filtrarse.
poemas:
Carson McCullers
en la oscuridad
todos los rostros son horribles
abres los ojos
(en la oscuridad)
y te vuelves ese fuego que revela
la escritura secreta olvidada
hace tiempo
en algun rincón del alma
Zero Summer
destramado el atardecer
la noche apuntalada
seguimos el aire vibrante
otra vez
hacia el fin de la ciudad
buscando la vida secreta
donde los árboles fósil levantan
su pared contra el secreto
de cada rincón de la noche
el arco voltaico de los nervios
la mirada admirada
y el ansia de caminar
ser el vacío del vórtice
la sonrisa de enero
la estela en los autos del tiempo
o un mundo por cada lata de cerveza
rodeada por piedra y cristal
y no descansaremos
ni dejaremos de buscar
desde la rambla hasta el corazón de las calles
la muerte de todo camino
las puertas abiertas a la llanura
o los cuerpos en la música
el tacto de la piel y el sudor
es el tiempo de grandes hazañas agotadas
los grandes planes de la noche
la demorada road movie
que siempre soñamos
en íntima tristeza
despertar al mediodía en una plaza
con la luz beatífica en el cuerpo
la nostalgia
las fuerzas que faltan
la desgana fatal al final del camino
Apocalypse now
se clava este rio en el mundo como una columna vertebral
hacia el corazón de las tinieblas
sea el Congo o Camboya o mi cráneo
navegaré entonces
esta médula espinal
sistema nervioso empotrado en la carne
que es piedra y asfalto
tierra y ceniza
hasta el fin del imperio
atravesando los días sin bajarse del barco
sin internarse en la selva donde aguardan los lotófagos
(su dulce nepente)
bucear este tiempo como una niebla tenue
hallando vehículos de ámbar
ánforas en la arena y fósiles
edificios de cristal estrellado en espuma
que aguardan la entropía a lo lejos y el tiempo
derrotado y exhausto
pero el río languidece y me detengo
he de esperar el crepúsculo
que se dilata en el cielo
Gravity’s rainbow
mil paranoias persiguen tu sombra
bajo la lluvia indeterminada y los charcos
de occidente
será acaso la guerra o alguna otra gran
representación/farsa/novela,
una vasta página teatral
llena de muerte y semen no siempre falsos
ni reales
o vivos
o muertos
como aquel pobre gato en una caja
o el demonio de Maxwell
o el genio maligno de Cartesius
o las razones de Parménides
o la locura de Cantor y de Gödel
(ten piedad de mi larga miseria)
no podrás confiar ni en el sonido de tus pasos,
no siempre serán los tuyos
ni los de aquella jauría salivante
afincada en Pavlovia
trazando mapas laberínticos
de la corteza cerebral
y los puntos
los puntos exactos
donde el alfiler del mundo le saca siempre
una y otra vez dirás,
pero en rigor esto sucede en lo eterno,
una ilegible gotita de sangre,
los dados en la mano de un posible dios
¿pero qué mundo? ¿pero qué eterno?
¿qué dados? ¿qué dios?
sorry, mate
you’re not allowed to know
pero gracias por concursar, anyway!
“desde que caes aquí abajo hasta que alegremente
o no tanto
das el último salto
no se te permitirá saber
absolutamente
nada” (ni esa bala que no oyes y es tuya)
¿absolutamente?
pero eso es literatura, mon semblable, mon frère
bueno, basta, confórmate:
al menos podrás sospechar
M.L.
quise decir lo que dice el silencio
para armar una forma vacante
quise ser lo que soy más allá de mí
(o más acá o donde no llego o donde
no hay ni palabras)
quise y fallé
la nada descansará indecible
el vacio aborrece la forma
y no hay más allá de mí
(o más acá o donde no llego o donde
no hay sino vacío
y palabras)
ahora lo sé
siempre habrá palabras
como un cáncer o como buitres
cuando muera dejaré un castillo
hermoso como la espuma
sitio web:
http://www.aparatosdevuelorasante.blogspot.com/
2 comentarios:
"cuando muera dejaré un castillo
hermoso como la espuma"
Es muy bello para no ser poeta!(Tu lo dices)
Hola, Ramiro. Soy María(Prof de literatura española de fhce). Estoy armando una presentación sobre poesía uruguaya reciente para un encuentro en barcelona a fines de octubre. Me gustaría conectarme contigo por mail y de ser posible, charlar un rato sobre tu poesía. Te dejo mi mail y si estás con tiempo me escribís: mariangelesgbriz@gmail.com
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